Cierra Tiko. La inmobiliaria que compró Housell echa el cierre menos de un año después de la adquisición. Anunciaban en su web que habían creado la mayor inmobiliaria digital de España y Portugal siendo noticia en multitud de diarios por las magníficas expectativas que, analizado desde fuera, generaba dicha operación.
Sina Afra, Ana Villanueva, Paco Sahuquillo y Can Günay, fundador y cofundadores de Tiko en 2017, que en 2021 consiguieron levantar 55 millones de euros en una ronda de financiación Serie A, no han soportado la presión de un sector inmobiliario cada vez más tensionado. Una startup que nace con la idea de negocio de la compra directa de vivienda para su reforma y venta posterior, que incluso llegó a tener acuerdos de colaboración preferente para la compra de esos activos, con redes inmobiliarias de la talla de Century 21, termina 2023 cosechando malos resultados en su actividad principal y da un importante giro hacia la intermediación inmobiliaria, fichando para ello a J.A.Borges y situándolo al frente de esta parte del negocio, que a pesar de los resultados conseguidos en 2024 por su recién creada red de agentes inmobiliarios independientes, las deudas conjuntas de Tiko y Housell y la mala planificación en la fusión de las dos proptechs concluyen con un ERE y un cierre de la peor manera posible, dejando operaciones sin concluir, arras no devueltas, trabajadores y agentes sin cobrar, proveedores con facturas impagadas y sin ningún responsable de la compañía al frente. Simplemente silencio. Una anotación en Google indicando el cierre y un contestador automático es todo lo que están encontrando los cientos de clientes que depositaron en esta empresa la confianza en la venta de sus inmuebles.
¿Hay alguna forma más cruel de iniciar el día de Nochebuena que con una carta de despido? Pues eso es lo que se encontraron los pocos trabajadores que continuaban, intentando salvar la empresa, después del expediente de regulación de empleo llevado a cabo en el mes de noviembre.
Ana Villanueva abandonó el barco semanas atrás, dejando al inversor turco como figura relevante al frente del accionariado. La sociedad limitada española Tiko Real Estate Technologies SL realizó en febrero de 2024 una modificación que dejó como único propietario a la sociedad, con sede en Luxemburgo, Tiko Real Estate Technologies SARL, ocultando de esta forma a sus verdaderos propietarios.
¿Qué había detrás de esa extraña maniobra? ¿Fue una forma de librarse de la responsabilidad penal que podría conllevar la no devolución de las cantidades depositadas por sus clientes compradores en forma de arras, en caso de, un más que posible, cierre? ¿Tenían contratado algún seguro de caución, como obliga la ley para empresas de intermediación inmobiliaria? ¿No se revisaron adecuadamente las cuentas de Housell antes de la adquisición? ¿Era una buena adquisición o estaba la cartera de Housell inflada artificialmente?
Con J.A.Borges máximo responsable comercial, el cual dirigió los últimos coletazos de Tiko, al mismo tiempo que viajaba a EEUU para convencer a los propietarios de Exp Realty de liderar su proyecto en España, siendo su último acto como responsable comercial de Tiko una reunión online con los agentes independientes, con el único fin de reclutarlos, a ellos y a sus inmuebles, para su recién acordado puesto en la organización americana. Asistiremos en 2025 a más caídas en el sector inmobiliario?
Estás son algunas de las preguntas sin responder que nos deja este cierre.
Iremos viendo cómo evoluciona este final anunciado, ¿o dirigido?, y en qué momento algún Juzgado se pone al frente del inevitable concurso de acreedores.
Evidentemente no es una buena forma de empezar el año.
