El coarrendamiento, o alquiler compartido, es el alquiler compartido de una vivienda, lo que cada vez se da con más frecuencia dado el elevado coste que supone alquilar una
vivienda, sobre todo para los jóvenes.
Si quien hace el contrato de alquiler es una sola persona, el coarrendamiento se entiende como un subarriendo por lo que para poder llevarlo a cabo es
necesario el consentimiento del propietario de la vivienda, pues de no ser así, es un motivo para la resolución del contrato de arrendamiento. Además en
estos casos, y una vez obtenido el permiso del propietario, se debe formalizar un contrato de subarriendo donde se especifiquen el carácter parcial del
subarriendo, y la renta que el subarrendatario pagará.
Pero puede suceder que el contrato de alquiler se firme por todas las personas que van a compartir la vivienda, o que firmando solo alguna o
algunas, conste el dicho contrato que la vivienda se destinará a residencia habitual de los ocupantes que se determine. Esto es importante, porque en
caso de impago de la renta, el propietario podrá dirigir su reclamación contra todas las personas que consten en el contrato como residentes de la vivienda.
Es importante que en estos contrato se especifique si los usuarios de la vivienda serán responsables solidarios del pago de la renta, en cuyo caso
todos y cada uno de ellos serán responsables por la totalidad de las rentas, o si lo serán de una forma determinada (Ej.: un porcentaje de la renta cada uno de
los usuarios). Se debe tener en cuenta a este respecto que de no especificarse nada, suele admitirse la solidaridad tácita.
El mercado inmobiliario actual se caracteriza por una creciente demanda de vivienda, especialmente entre los jóvenes y los sectores con menos ingresos. Los precios del alquiler y la compra de viviendas no paran de subir, lo que hace que acceder a una vivienda propia sea cada vez más difícil.
En este contexto, el coarrendamiento o arrendamiento compartido surge como una alternativa que puede aliviar esta presión sobre el mercado. Se trata de una modalidad de alquiler en la que dos o más personas, no necesariamente con parentesco entre sí, firman un contrato de arrendamiento conjunto para compartir una vivienda.
¿Cómo funciona el coarrendamiento?
En un contrato de coarrendamiento, todos los firmantes son responsables solidarios del pago de la renta y del cumplimiento de las obligaciones del contrato. Esto significa que el arrendador puede reclamar el pago del alquiler y las demás obligaciones a cualquiera de los coarrendatarios, indistintamente.
Es importante que los coarrendatarios establezcan entre ellos un acuerdo previo que regule aspectos como la distribución de los espacios comunes, la limpieza, los gastos compartidos, las normas de convivencia, etc. Este acuerdo puede ser verbal o escrito, pero se recomienda que se formalice por escrito para evitar problemas futuros.
¿Cuáles son las ventajas del coarrendamiento?
El coarrendamiento puede ofrecer varias ventajas tanto para los inquilinos como para los arrendadores:
Para los inquilinos:
Reducción del coste de la vivienda: Al compartir la renta y los gastos, cada inquilino paga una cuota mensual menor que si alquilara una vivienda por su cuenta.
Acceso a viviendas más grandes: Con un presupuesto conjunto, los inquilinos pueden acceder a viviendas más grandes o mejor ubicadas que las que podrían alquilar individualmente.
Compañía y apoyo social: Compartir una vivienda con otras personas puede ser una buena forma de combatir la soledad y el aislamiento social.
Para los arrendadores:
Mayor demanda de viviendas: El coarrendamiento puede ampliar el mercado de potenciales inquilinos, ya que abre la puerta a grupos de personas que no podrían acceder a una vivienda por su cuenta.
Menores riesgos de impago: Al ser varios los inquilinos responsables del pago de la renta, el riesgo de impago se reduce.
Mayor ocupación de la vivienda: Es más probable que una vivienda esté alquilada de forma permanente si está destinada al coarrendamiento que si se alquila a un solo inquilino.
¿Cuáles son las desventajas del coarrendamiento?
El coarrendamiento también presenta algunas desventajas que deben tenerse en cuenta:
Posibilidad de conflictos: Al compartir una vivienda con otras personas, pueden surgir conflictos por diferentes motivos, como la distribución de los espacios comunes, la limpieza, los gastos compartidos, las normas de convivencia, etc.
Menor privacidad: La vida en un piso compartido implica una menor privacidad que vivir solo.
Dificultad para encontrar compañeros de piso adecuados: No siempre es fácil encontrar compañeros de piso con los que se tenga buena afinidad y con los que se compartan los mismos hábitos y valores.
¿En qué casos es recomendable el coarrendamiento?
El coarrendamiento puede ser una buena opción para:
Estudiantes: Compartir un piso con otros estudiantes puede ser una forma económica y divertida de vivir durante los años de estudio.
Jóvenes profesionales: Los jóvenes profesionales que se acaban de incorporar al mercado laboral pueden encontrar en el coarrendamiento una forma de acceder a una vivienda en una zona céntrica o con buenas comunicaciones.
Personas solteras: Las personas solteras que no necesitan mucho espacio pueden ahorrar dinero compartiendo un piso con otras personas.
¿En qué casos no es recomendable el coarrendamiento?
El coarrendamiento no es recomendable para:
Personas que necesitan mucha privacidad: Si necesitas mucha privacidad, es mejor que busques una vivienda para ti solo.
Personas con horarios incompatibles: Si tienes horarios incompatibles con los de tus posibles compañeros de piso, te resultará difícil conciliar la convivencia.
Personas con mascotas: Si tienes mascotas, puede ser difícil encontrar compañeros de piso que estén dispuestos a aceptarlas.

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